miércoles, 27 de junio de 2007

Literatura reconfortante

En estos tiempos leer a Josep Pla reconforta. Su intimismo costumbrista nos traslada en un abrir y cerrar de ojos al alto Ampurdán, entre vientos, viñas, sardinas frescas a la brasa ..., amenas descripciones del paisaje rural, todas cargadas de memoria, conocimientos y belleza. No hay ninguna frase que tenga su origen concreto ni ningún párrafo que no tenga su historia. Admirador del puntilloso Proust, Pla hace sensible lo abstracto. Sus más de 40 obras así lo atestiguan. Pero es El Cuaderno Gris, obra cumbre de la literatura catalana magníficamente traducida al castellano por, nada más y nada menos, que Dionisio Riduejo acompañado de Gloria de Ros, la que mejor explicita sues virtuosismo puro. Desde la primera hasta la última página. Recomendando visitar la web de la Fundación Josep Pla, valgan los siguientes párrafos como muestra:

26 de octubre.- Altercado ruidoso con mi madre -lamentable- porque me voy a la cama demasiado tarde. Con este triste motivo pienso que es una gran equivocación, a los veintiún años, no ganarse aún la vida. Es la única manera de evitar estas tempestades nerviosas que son un estorbo terrible. Hago el propósito de tratar de resolver, de la manera más rápida posible, el problema de la independencia.
Para huir de la tormenta, a primera de la tarde subo a San Sebastiá con el pianista Roldós. En este país, el otoño es una pura delicia. Es la época mejor del año, la más fina. Es un tiempo que incita a salir afuera, a caminar, a vagar contemplativamente ante el paisaje maravilloso del país. No hace ni frío ni calor. El aire es vivo. Las cosas tienen un punto de ingravidez aérea.
Hay una calma profunda en el paisaje. Dentro de la calma, todo tiene una presencia auténtica y parece presentarse de perfil. De las chimeneas de las casas de payés, sale una ligera humareda soñolienta y perezosa. Desde lo alto de las Pasteres, el mar, en la tarde que declina, parece un vidrio transparente tocado de una última luz interna: es de un azul tenue, un azul moribundo de una gracia alada, huidiza, sensible. En la ermita, mientras se apaga la tarde, hay una quietud, una paz, una soledad comprensivas. El viento perdido es como la vaga música de la ermita. Cuando el faro se enciende, hay un instante de deslumbramiento -que se convierte en seguida en un girar indiferente. La luz difusa da a los cristales una calidad de tejido viscoso -de ojos de pulpo. El mar, que los rayos de luz aclaran, se arrastra remoto y dormido - como un misterio inasequible. En la lejanía de la tierra, las lucecillas de Palafrugell arden como microscópicas luciérnagas con una pereza que parece evitar su apagamiento definitivo.
Las fotos, así como la que encabeza este blog, están hechas en la ermita de San Sebastiá, hoy un hotel, junto al Far de San Sebastià -nombre del propio hotel- en el término municipal de Calella de Palafrugell.

martes, 26 de junio de 2007

El compromiso de la Nación española en el Líbano



Ante la paranoia torticera de tertulianos a sueldo y políticos arteros, no queda más remedio que contextualizar el atentado terrorista contra las tropas españolas que componen la FINUL (Fuerza de Interposición de las Naciones Unidas en Líbano), creada en 1978 -hace la friolera de 30 años-. Es evidente que el estado natural de dicho país es la ausencia de una paz estable y duradera, ahora como hace séis lustros. Nuestra constitución positiviza en su préambulo la voluntad de la Nación Española por "colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra". El que quiera entender que entienda, pero, insisto, con ánimo de contextualizar el terrible y cobarde acto, me sirvo de este artículo de Robert Fisk, corresponsal en la zona del diario británico The Independent, y gran conocedor de los avatares de la conflictiva región.


At last it happened. Every one predicted - not least the United Nations officers on the team - that the international UN peacekeeping army in southern Lebanon would be attacked by a Sunni Muslim group attached to al-Qa'ida, and yesterday afternoon three Spanish and three Colombian soldiers paid with their lives for the fulfilment of this prediction.
A roadside bomb between the villages of Marjayoun and Khaim, only six miles from the Israeli border, exploded next to two UN armoured vehicles, killing five UN soldiers and wounding at least four others. Three of the injured were from Spain. The road was at the centre of fierce fighting between the Israeli army and Hizbollah last summer and it is possible - although highly unlikely - that the bombs were munitions left over from those battles. But the straight and remote road between the two villages has been cleared by de-mining officers in the months since the war, and the Lebanese army discovered months ago that Sunni groups around Tripoli had put together maps of southern Lebanon which showed UN patrol routes, including those of the Spanish army.
The Spanish suffered severely for their support for George Bush in the Iraq war, and now, it seems they are paying the price for being part of an expanded UN army in the south of Lebanon, one which was put in place with the encouragement of George Bush and Tony Blair to secure Israel's northern border after last summer's conflict. It is an international army commanded by four Nato generals, and many Lebanese regard it as an extension of Nato rather than a UN peacekeeping mission.
Lebanese fire brigade units as well as neighbouring UN contingents rushed to the scene of the attack, but elsewhere in Lebanon an almost equally dangerous outbreak of violence was taking place in the northern city of Tripoli. Here, Lebanese troops were forced to storm an apartment block in the Abu Samra neighbourhood after guerrillas from the Fatah al-Islam group - which the army has been fighting for at least 33 days in the Palestinian camp of Nahr el-Barad - took over the building. At least 10 of the armed men were killed when the soldiers burst into the building - only to find that the fighters had apparently murdered a young Lebanese policeman in front of his wife and young daughter.
At least 62 soldiers and 32 members of Fatah al-Islam - along with 30 civilians - have been killed in the camp, fighting that Lebanese Defence Minister Elias Murr rashly claimed last week to have ended in a Lebanese army victory. Yesterday violence in Tripoli was clearly intended to humiliate him.
Previously, the UN has come under attack from Israeli forces, pro-Israeli guerrillas in southern Lebanon and, occasionally, from Palestinian and Hizbollah fighters. But the Hizbollah has been at great pains to try to protect the new UN force because they fear that just such an attack as occurred yesterday will prompt the US to claim falsely that it was their organisation - which is supported by Iran - that was responsible. In fact, intelligence officers from the French, Spanish and Italian embassies met secretly with Hizbollah officials in Sidon more than three weeks ago to seek assurances that Hizbollah would do their best, as the local armed militia, to protect the international force. The Hizbollah men agreed that they would do their best, but warned that al-Qa'ida-type groups in the Sunni areas of northern Lebanon may well try to breach their security. We shall now find out if America believes this - and it is the truth - or whether Western governments decide to blame Iran by claiming Hizbollah was behind the bombing of the UN troops.
The attack now raises serious questions about whether the enlarged, 11,000-strong UN army - originally placed in the south of the country in 1978 - can fulfil its duties as peacekeepers. Once a peacekeeping army's soldiers are assaulted, their first priority immediately becomes their own protection rather than that of the civilians around them, or the international Lebanese-Israel border which they patrol. Already massive concrete walls surround the various Nato contingents of the UN Interim Force in Lebanon, since their officers have long feared just such an attack.
Lebanon therefore now descends into another, even more serious crisis involving not only their own semi-al-Qa'ida satellite groups, but Western armies as well. Whenever Nato has been involved in Lebanon in the past, it has always been attacked - most devastatingly when US Marines and French paratroopers were assaulted by suicide bombers in Beirut in 1982 at a cost of almost 300 lives. Scarcely an area of Lebanon has not been involved in violence in the past 12 months and each crisis has been worse than the previous crisis, so, as the Lebanese say, here we go again.

jueves, 21 de junio de 2007

Hartos de ETA

Qué cansancio el que genera el tema ETA. "Conflicto vasco", "normalización política", "poner fin a la violencia", "hacer la paz", "...a ETA sólo se la derrota", "no se negocia con terroristas". Frases hechas todas ellas, pero de fondo débil.
ETA es el penúltimo reducto del franquismo. No habrá terminado la manida y devirtuada transición hasta que no desaparezca. Sus cabecillas tienen en las decisiones del Presidente del Gobierno las condiciones óptimas para abandonar, renunciar a sus crímenes y ponerse a trabajar para ganarse el pan. El Presidente del Gobierno ha demostrado que no es político de cortos plazos, que puede ver más allá. ¿Utópico? las utopías sirven para caminar...
Es deseable que pronto anuncien los etarras su retiro, las víctimas puedan ser dignas víctimas, sin jugar a victimistas, y los políticos se dediquen a resolver más problemas de los que puedan crear, a desarrollar y modernizar el marco de convivencia y no a usurpar sentimientos ajenos, mezclándolos con ira, rencor y vileza. Eso espero.El tiempo lo dirá, claro.







domingo, 17 de junio de 2007

“VOCES DE IRAQ”


Entre el 7 y el 22 de junio, la sede de la Fundación Diario Madrid (calle Larra, 14) acogerá la exposición “Voces de Iraq”, una selección de fotografías de Iraq realizadas por jóvenes periodistas iraquíes de la agencia Aswat al Iraq (Voces de Iraq).

Una sala vacía en una tarde de sábado en Madrid. Las fotos, muestran normalidad dentro del desastre sin fin en el país de las Mil y Una Noches. Un hombre sirve té mientras los chíies, de cuya existencia nada se sabía hasta que los medios empezaron a dar trascendencia a las comunidades religiosas de Iraq, hace bien poco de ello, desfilan en el homenaje a sus profetas frente a la mezquita de Kerbala. Otro hombre pesca en el Eufrates. Dos fotos más allá, una brigada de marines registra una vivienda de adobe, entre el miedo, la angustia y la desazón de sus habitantes. Un autobús deglutido por las llamas protagoniza otra foto, la tela de los asientos consumida. Son fotos a color sin color. Distintas tonalidades de gris chamuscado son el color de Iraq.

Campo de la verdad


"Todo en él es esencia" dicen de Tomás, José Tomás. El mito desciende al albero, planta su compás en el ruedo y con él marca el campo de la verdad. Torero, torero de verdad. En Barcelona, hoy, a las siete de la tarde. En este verano otoñal, José Tomás vuelve tras cinco años de ausencia mística. Cuando José se pone a torear ya nunca sabes si del Señor es su muleta... Mística que envuelve a un joven de Galapagar. Valiente, estrella del buen toreo. Artista. Enigmático, misterioso. José tiene un misterio que decir, y lo dice.


Hoy vuelve a hablar. En el momento, el de la verdad. Enfrentando la muerte, pies juntos, inmóvil, acariciando el aire con la muleta, en la distancia justa, en el sitio............ ooooole.


Dicen que quiso ser Maradona, dicen que el tiempo que no perdona embiste a compás, dicen que caras, dicen que cruces, dicen que dicen que, en Barcelona, vuelve de luces José Tomás.
Dicen que el miedo sabe a coraje, dicen que lleva en el equipaje bordado un as, dicen que el toro siempre habla en serio, dicen que ya se ha probado un traje de oro y misterio José Tomás.
Dicen que viene gente de Francia, dicen que, cuando se da importancia, menos es más, dicen que mártires y leones, dicen que dicen que, en la distancia justa, se impone José Tomás.
Dicen que sueña con Manolete, dicen que el quinto es un alcahuete con mucho gas, el diecisiete que se avecina dicen que sabe donde se mete por tomasinas José Tomás.


Dicen que el alma no se equivoca, dicen que dice, cuando se embroca, ni un paso atrás, dicen que el duende se le embragueta, que la cordura se le dislocacon la muleta a José Tomás.
Ni posturitas ni legionario ni capillitas ni partidario de Satanás, dicen que plancha, por naturales, el ala ancha del relicario de los cabalesJ osé Tomás.
Saca la lengua a los lenguaraces, dicen que nunca los kamikazes dicen jamás, Aguas Calientes cura y destierra, dicen que no vino a hacer las pacessino la guerra José Tomás.
Dicen que yo me quito el sombrero, que el mes de junio huele a romero de Fierabrás, dicen que en pie lo espera el verano, dicen que sale del burladero, montera en mano, José Tomás.

Oro y Misterio - Soneto de Joaquín Sabina

viernes, 8 de junio de 2007

¿El declive del imperio?


A vueltas con Irak. Tengo la sensación de que no somos plenamente conscientes de la magnitud de los cambios que la invasión de Irak y sus horrorosas consecuencias producirá antes o después en la llamada "comunidad internacional". El ataque preventivo "por si acaso" que Estados Unidos llevó a cabo como represalia a los atentados del 11-S todavía no ha desarrollado plenamente sus efectos perversos en la gobernanza mundial. Valga este artículo de Shlomo Ben-Ami como punto de partida para vislumbrar lo que puede llegar a suceder.


Since its victory in the Cold War, America’s global hegemony has rested on three pillars: economic power, military might, and a vast capacity to export its popular culture. The recent emergence of additional powers – the European Union, China, India, and a Russia driven to recover its lost status – has eroded America’s capacity to shape events unilaterally.
Even so, America remains by far the world’s most powerful country; its decline has more to do with its incompetent use of power than with the emergence of competitors. It is American leaders’ “suicidal statecraft,” to use Arnold Toynbee’s pithy phrase for what he considered the ultimate cause of imperial collapse, that is to blame for America’s plight.
Consider the Middle East. Nothing reveals the decline of the United States in the region better than the contrast between America’s sober use of power in the first Gulf War in 1991 and the hubris and deceit of today’s Iraq war.
In 1991, America forged the most formidable international coalition since World War II, and led it in a fully legitimate war aimed at restoring regional balance after Saddam Hussein’s invasion of Kuwait. In 2003, America went to war without its trans-Atlantic allies after manipulating false assertions. In doing so, the US embarked on a preposterous grand strategy that aimed no less at simultaneously dismantling Iraq’s tyrannical regime, restructuring the entire Middle East, destroying al-Qaeda, and helping democracy to take root throughout the Arab world.
The result has been utter failure: military defeat and a severe degradation of America’s moral standing. Rather than undermining radical Islam, the US has legitimized it, in Iraq and beyond. Indeed, what will now shape the future of the region is not democracy, but the violent divide between Shiites and Sunnis that the Iraq war precipitated. It is this Muslim civil war that is allowing al-Qaeda to gain a larger pool of recruits.
With Iraq probably becoming the first Arab country to be ruled by Shiites, and hence integrated into an expanding Shiite Iranian empire, America’s Sunni allies in the region now view the US as unreliable. Indeed, the US is seen as practically complicit in inciting a monumental reversal of Islam’s fortunes, the Shia revival. Nor is the gospel of democracy especially dear to America’s Arab allies, for the call to democratize has only emboldened the Islamists to challenge the incumbent elites for power.
Admittedly, violent Islamic fundamentalism has deeper roots in the fading promise of Arab nationalism. But America’s misbegotten democratic message has ended up alienating both its conservative regional allies, as it gave a new lease on life to political Islam, which can use the ballot box as a route to power, and the Islamists, whose electoral gains are then rejected by the US.
America’s biggest strategic blunder in the Middle East arguably concerns the emergence of Iranian power. By destroying Iraq as a counterbalancing regional force, the US dealt a major blow to its traditional Gulf allies, for whom Iraq served as a barrier against Iran’s ambitions. America offered Iran on a silver platter strategic assets that Khomeini’s revolution failed to acquire either in eight years of war against Saddam or in its abortive attempts to export the Islamic revolution throughout the region. Likewise, Iran’s nuclear program gained momentum thanks to its sense of impunity following the colossal failure in Iraq of America’s concept of “preventive war.”
The calamitous US military experience in Iraq has left it strategically diminished. Iraq has now become God’s playground, and America can hope to achieve a modicum of stability there only with the help of other regional powers. Nevertheless, the US will remain the most influential external actor in the Middle East, for its failure is one of leadership, not of actual power. Humbled by military defeat, America can recover its regional relevance only by avoiding the sin of hubris, and learning to lead without attempting to dominate.
This requires engaging revolutionary forces like Iran and Syria; respecting, rather than ostracizing, those Islamist movements that have opted out from jihadism in favor of political participation; and leading an international alliance for an Arab-Israeli peace based on the Arab League initiative.
Indeed, the paradox of America’s pernicious policies in Iraq is that they have created favorable conditions for an Arab-Israeli peace, as the emergence of Iran and the threat of a fundamentalist tsunami have focused Arab minds on the urgency of a settlement with Israel. The Palestinian issue is not the source of all the Middle East’s ills, but its resolution would dramatically improve America’s standing among Arabs. More importantly, it would deny Iran the ability to link popular Islamic and Arab causes with its own hegemonic ambitions.

Copyright: Project Syndicate, 2007.

miércoles, 6 de junio de 2007

30 años desde el momento clave de la transición española


El 15 de junio próximo se celebran 30 años desde las primeras elecciones democráticas que se celebraron en España en 41 años. Aquello fue posible por la voluntad de los españoles, su ansia de libertad (que se hacía exasperante por las simple comparación con sus vecinos de Europa), por la insistencia de una nueva generación, ávida de poder divulgar su discurso político, de participar, de crear país. La clave de bóveda de todo aquello fue la aprobación de la Ley para la Reforma Política, aquella por la cual los procuradores en Cortes teatralizaron el harakiri político de un régimen autocrático, personalista, y desquiciado por inadaptado al sentir mayoritario de los ciudadanos. La ley mencionada daba el finiquito a una época tensa, gris y abría una ventana de esperanza en pro de un renovado sistema democrático: los españoles podrían asociarse libremente en partidos políticos autónomos constituídos a partir de su propio ideario, los españoles podrían elegir libre y secretamente a sus representantes de entre varias alternativas diferenciadas, los españoles podrían afiliarse a sindicatos de clase. Qué tiempos aquellos en que los responsables políticos, Adolfo Suárez a la cabeza, sí eran capaces de interpretar e incluso adelantarse con acierto al sentir de la ciudadanía y buscaban y lograban el consenso en temas de interés vital para el bienestar y la libertad de todos. Todos menos el llamado búnker: nada de aperturas, desde el principio desconfianza en los políticos, siempre desencanto ante el adagio "una persona, un voto". Como muestra, valga un ilustrador ejemplo: un joven político que plasma el sentir del búnker desde una tribuna periodística en La Rioja y que , vueltas da la vida, 30 años después es el poeta constitucional. Poco le falta para ser el octavo padre de la Constitución. El artículo que se ofrece literalmente y su juego de palabras final, no tienen desperdicio. pincha aquí.

viernes, 1 de junio de 2007

«Ni yo misma me explico cómo he llegado tan lejos»


A continuación se expone una de las claves sociales para el futuro inmediato en España: la longevidad de su población y sus efectos sobre nuestro modelo social. Nuestra generación deberá tener resuelto este tema desde el punto de vista asistencial, financiero y estratégico o en caso contrario estamos abocados a ser indignos con nuestros mayores, a la quiebra financiera del actual Estado de Bienestar y a la pérdida de competitividad de nuestro modelo económico. El caso de Tomasa, empieza a no ser una excepción.


Tomasa Méndez superó hace tiempo la centuria, mañana hará 108 años.

Acaba de terminar unas cenefas de ganchillo toallas; lee todos los días durante un rato, con ayuda de una lupa, las revistas del corazón; a cada hora en punto enciende la radio para escuchar los boletines informativos y reconoce disfrutar mucho con las historias de los reality shows de la tele. Sencillas tareas que despiertan la envidia de cualquiera cuando Tomasa Méndez Rico, natural del municipio salmantino de Bañobarez, revela que mañana cumplirá 108 años. Como ella reconce: «Nunca he sido una de esas mujeres cucas a las que parece que se las van a comer. Tengo carácter, me gusta enterarme de las cosas y protestar si hace falta». Hubiera querido ser maestra pero a los 12 años tuvo que dejar la escuela para ayudar a sus padres en la panadería que tenían. «He trabajado toda mi vida, he dado a luz sola a mis seis hijos; digo yo que estaría bien con Dios para tener esta edad porque ni yo misma me explico cómo he llegado tan lejos». Ahora vive con su hija Carmen pero hasta los 102 años ha podido vivir sola. Los recuerdos de su longeva vida conviven a la perfección en su cabeza con fechas más recienes como la del nacimiento de su tataranieto. Para Tomasa «el mundo se ha vuelto del revés», pero ella sigue teniendo ganas de saber lo que ocurre en él. Quizá ese sea el truco.

Noticia del diario La Opinión de Zamora (1 junio 2007)